Creo que muchos concordarán con que no hay algo más triste que ver a un néne llorando desconsolado. Pero este proyecto fotografico me dan ganas de agarrar uno a golpes para ver si logro tomas tan bonitas (OK, no es en serio). Esta galería me parecio, a falta de una palabra más masculina: Hermosa. Técnicamente impecables, las fotografías del portafólio de la canadiense Jill Greenberg encanta por su color, y por lo inteligente de lso conceptos. ¡Está suculento!.
No sufran, no creo que ningún niño haya sido lastimado en la consecusión de estas tomas.
Kakalake
lunes, 30 de junio de 2008
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